martes, 8 de noviembre de 2016

Presentación del libro sobre Emilio F. Mignone y la Educación

AUGUSTO PÉREZ LINDO
PRESENTACIÓN DEL LIBRO SOBRE EMILIO FERMIN MIGNONE

UNIPE, editorial de la Universidad Pedagógica

Sala de la Organización de Estados Iberoamericanos, 3 de noviembre de 2016

Estamos honrados Cayetano De Lella y yo, de presentar este libro que al mismo tiempo es un homenaje a Emilio Fermín Mignone y una recuperación de los pensamientos que el autor elaboró a lo largo de su vida sobre las políticas educativas.
Emilio Mignone fue Director de Educación en la Provincia de Buenos Aires, consultor de la OEA, Subsecretario de Educación de la Nación, Rector de la Universidad Nacional de Luján, Presidente de la CONEAU, miembro de la Academia de Educación. Además de estas funciones institucionales Mignone desarrolló acciones  e ideas sobre las políticas educativas. Diseñó el primer estatuto del Docente del país en 1949, elaboró pautas para el planeamiento universitario, preparó la creación de la Universidad Nacional de Luján, participó en la organización de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria, redactó manuales y materiales para la formación ciudadana en las escuelas secundarias, hizo aportes para mejorar la legislación universitaria, realizó estudios sobre la evolución del sistema educativo argentino, propuso reformas en la organización universitaria.
Por supuesto, no dejamos de lado la importante actuación que tuvo durante la dictadura militar 1976 – 83 al crear el Centro de Estudios Legales y Sociales con el fin de defender los derechos humanos. Miles de personas fueron asistidas por el CELS en distintas instancias legales, personales e institucionales. Y no olvidamos tampoco que esta experiencia lo llevó a proponer iniciativas para la enseñanza de los derechos humanos.  Mignone asumió que la lucha por los derechos humanos había transformado el discurso de la política en Argentina y que a partir de allí esperaba que la convivencia pluralista, el Estado de Derecho y la vigencia de los derechos individuales y sociales fueran ejes centrales de la democratización que comenzó con el Gobierno de Alfonsín en diciembre de 1983.
En nuestro análisis de los escritos y discursos de Emilio Mignone hemos tratado de identificar sus principales ideas sobre las políticas educativas.
1.    En primer lugar, la conciencia de la continuidad histórica de las políticas educativas argentina desde fines del siglo XIX hasta la fecha en cuanto a la progresiva universalización del acceso a la educación pública en todos los niveles. Esto surgió de su estudio sobre la historia de la educación argentina que transmitió en varios escritos. Según esta perspectiva mantuvo como constante de todos los gobiernos desde fines del siglo XIX la búsqueda de la universalización del acceso a la educación. Tanto los liberales que impusieron la Ley 1420 de la enseñanza básica, pública, obligatoria y gratuita desde 1870, como los conservadores, radicales y peronistas, y aún los gobiernos militares mantuvieron un modelo de acceso general a la educación a través de la intervención del Estado y con el complemento de la enseñanza privada.

2.    Para Emilio Mignone la responsabilidad principal para llevar a todos la cobertura educativa era ante todo del Estado pero también defendió la complementariedad de la educación privada. Desde siempre sostuvo que la educación era una función pública, cualquiera fuera la fuente de financiamiento. Y también defendió la pluralidad de los agentes educativos: el Estado, la familia, las iglesias, las organizaciones no gubernamentales. Ahora que entramos en la era de un sistema educativo global, virtual, gratuito y  multicultural, podemos comprender que Mignone se ubicaba en el curso de la historia reconociendo la pluralidad de agentes educativos y la transnacionalización de los intercambios culturales. 

3.    Si bien Mignone defendió la pluralidad de los agentes educativos siempre sostuvo la necesidad de que existiera una planificación coordinada por el Estado. En este sentido criticó la atomización institucional y también la tentación de regular las ofertas educativas por el mercado. En la CONEAU encontró un mecanismo que permitía sostener ciertos criterios de calidad para el conjunto  de las universidades al mismo tiempo que se reconocía la autonomía de las mismas.

4.    La formación del ciudadano, lo que en el mundo griego se conocía como la Paideia, la transmisión de valores colectivos y el conocimiento de las realidades nacionales, fueron tema de preocupación de Emilio Mignone a través de textos que diseñó para las escuelas secundarias, a través de discursos y de criterios curriculares que vehiculizó a través de la CONEAU y otros organismos. La educación para los derechos humanos lo tuvo entre sus iniciadores.

5.    Una preocupación que siempre lo acompañó fue la necesidad de fortalecer el Estado y en particular el sistema educativo nacional. Siempre fue consciente de las fragilidades que sufren las instituciones públicas tanto en su organización como en los valores que presiden la gestión pública.
De todas estas características uno puede deducir que Mignone pensó y actuó como un Estadista, como alguien preocupado por el bien público, por la gestión del Estado, por los valores de la sociedad. En este sentido podemos considerar que Emilio Mignone fue un educador público. Por eso ocupó un sitial en la Academia Nacional de Educación. Tampoco podemos dejar de olvidar que tuvo profundas convicciones católicas y que las mismas lo llevaron inclusive a criticar la actuación de la Iglesia durante la Dictadura Militar.
      Su actuación a partir de la Dictadura Militar 1976 – 1983 lo convirtió de hecho en el principal defensor de los derechos humanos al crear el Centro de Estudios Legales y Sociales que buscó proteger jurídicamente a las personas y preparar los antecedentes para juzgar a los responsables de crímenes contra la humanidad. En mérito a sus actuaciones recibió premios y reconocimientos de organizaciones internacionales, religiosas y laicas.
Los materiales que hemos seleccionado recogen el pensamiento de Mignone sobre la educación en diversos momentos de su vida. Sus aportes lo hacen merecedor de ocupar un lugar relevante en el panteón de los grandes educadores del país.
Asimismo, su testimonio personal, su honestidad, su compromiso con valores trascendentes de la sociedad, lo convierten en un referente moral para todos los que piensan que luchar por el bien común constituye una misión, un destino personal y colectivo.

      Al editar este libro la Universidad Pedagógica no solo completa su colección de educadores ilustres de la Argentina sino que también rinde homenaje a una personalidad que puso sus convicciones personales y sus energías en la búsqueda de una educación pública igualitaria, eficiente y fundada en valores universales. 

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